El plantel dirigido por Sebastián Silva relató el suceso en un comunicado oficial. Según lo expuesto, tras llegar al club Náutico y completar su entrenamiento, las jugadoras se dirigieron al vestuario asignado. Mientras algunas se duchaban y otras esperaban su turno, detectaron un celular que sobresalía desde la pared que separa el vestuario femenino del masculino. El dispositivo apuntaba hacia las duchas y cambiadores.
De inmediato, las jugadoras alertaron a los dirigentes de El Talar, quienes informaron a las autoridades del club local. Náutico Avellaneda actuó rápidamente y revisó las cámaras de seguridad, logrando identificar a un sospechoso entrando y saliendo del vestuario.
Frente a este intolerable episodio, El Talar decidió no presentarse al partido en señal de protesta y en defensa de la privacidad y dignidad de las jugadoras. Las autoridades del club también presentaron una denuncia ante la justicia.
En un comunicado, la Asociación de Clubes (AdC) expresó:
Su repudio hacia el incidente vivido por las jugadoras. Su solidaridad con el equipo de El Talar. Su reconocimiento al accionar inmediato de Náutico Avellaneda, que colaboró para esclarecer lo sucedido.
El Talar perdería los puntos del partido, pero eso es irrelevante frente a la gravedad del caso. Este incidente refuerza la necesidad de medidas estrictas para garantizar espacios seguros en el deporte.
Las jugadoras y el staff de El Talar subrayaron su compromiso de luchar contra estos actos para que situaciones similares no se repitan, no solo en el básquet, sino en todos los deportes femeninos.
