El campo

Ajuste negativo en la cosecha de maíz y soja por la ola de calor

Hay ajustes negativos en maíz, estimándose 2 Mt menos que en enero, mientras se realiza la primera estimación de producción de la oleaginosa. La ola de calor ha tenido su impacto sobre el potencial de rinde de la cosecha gruesa.
Entre el 2010 y el 2020, Argentina habría superado la valla de 50 Mt de producción en soja en 7 oportunidades. Del 2020 en adelante, este ciclo 2023/24 se presentaba con la oportunidad de superar ese nivel. Lamentablemente, en virtud de la condición del cultivo la primera estimación realizada apunta a una cantidad por debajo de lo esperable en las primeras proyecciones, calculándose ahora la posibilidad de obtener 49,5 Mts.

Entre diciembre y el 17 de enero se consolidó una mejora hídrica notable en los perfiles de los suelos en gran parte del área productiva Argentina. Sumado al pronóstico de un fenómeno Niño de nivel fuerte a moderado, hace un mes atrás se preveía una mejora de los guarismos de producción de soja en Argentina, con muy buenas posibilidades de superar cómodamente los 50 Mt. Pero a partir del 17 de enero se instaló una ola de calor muy larga y severa que dio vuelta el escenario.

Además, ocurrió en un momento muy sensible de la soja de 1ra que forzó el aborto de chauchas. Si se compara esta estimación con la proyección de principios de enero, el deterioro de los cultivos llevó a un fuerte recorte de 2,5 Mt. Este recorte no ha sido mayor gracias a las lluvias claves que cayeron entre el 7 y el 14 de febrero. Las imágenes de anomalía de reservas de humedad muestran las situaciones mencionadas. Siempre teniendo en cuenta que queda un buen trecho hasta la cosecha, la realidad es en muy poco tiempo se han producido enormes cambios en el escenario agrícola.

La ola de calor también revirtió la posibilidad de obtener una súper campaña de maíz, recortándose la estimación en 2 Mt frente a enero.

La ola de calor también impactó en el maíz ya que se estima una caída en la estimación de producción de 3,4%, frente al guarismo de enero. Con un rinde de 76,9 qq/ha a nivel nacional, se prevé una producción de maíz 2023/224 de 57 Mt. El recorte es de 2 Mt respecto de la cifra estimada en enero. Al igual que en la soja, las expectativas al 17 de enero eran muy distintas; el ambiente de alta producción también hacía pensar en una excelente campaña maicera.

Más allá de que falta un buen tiempo para que se materialice la cosecha en toda su magnitud, hoy ya existen algunas preocupaciones. En los maíces tempranos, que representa el 35% del total sembrado, el golpe de calor amenaza con un adelgazamiento del peso del grano, lo que podría dejar pérdidas de 10% a 15% respecto del rinde esperado en las áreas más afectadas. En los tardíos cuyas fechas de siembras situaron la floración en las semanas de la ola de calor, hay grandes niveles de daños, que llegan a superar el 50% del rinde potencial y hay una gran incógnita respecto del resultado que pueda concretarse. Los tardíos que se sembraron más tarde y lograron sortear esas semanas fueron beneficiados por las lluvias de la segunda semana de febrero. Sin embargo, es muy importante que reciban nuevos aportes en los siguientes días para afirmar la recuperación y sostener el potencial de producción maicera 2023/24 que se estima.

Sin cambios en las cifras de superficie, en las principales provincias productoras, los rindes se han ajustado a la baja. En Buenos Aires el recorte fue de 4,3 qq/ha, en Córdoba de 4,8 qq/ha y en Santa Fe de 6,1 qq/ha frente a lo estimado en enero. Sólo en Entre Ríos es posible estimar una mejora de resultados respecto a 30 días atrás.

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