El precio de los alimentos vienen en alza desde hace varias semanas y los aumentos no se detienen. Sin embargo, ante lo que consideran un “exceso” los consumidores deciden no comprar para no favorecer más subas.
En el caso del pollo la baja en el consumo fue positiva, ya que desde el sector optaron por bajar los precios antes que perder mercadería.
Se registró una baja de un 15% de una semana a otra.
“Es una situación que se da casi todos los años después de las Fiestas donde se da un pico de precios. El alza que tuvo en diciembre ahora en enero produjo una disminución de hasta 3 mil pesos el cajón en algunos comercios”, remarcaron desde la Cámara Avícola Santafesina.