El ex Secretario de Energía, Daniel Montamat, en una entrevista con CNN Radio, habló de la millonaria pérdida en dólares que hubo durante las gestiones del Kirchnerismo, al decir: “El impacto del populismo energético en las cuentas públicas desde el 2003 y 2004 cuando empiezan los subsidios a la energía fue de 170.000 millones de dólares”, comenzó detallando.
Para luego agregar más cifras: “Teníamos una balanza superavitaria hasta el 2011, perdimos unos 35.000 millones del 2004 al 2011, para transformarlo en déficit y el impacto sobre las cuentas externas fue de unos 70.000 millones de dólares”, remarcó.
También habló de la Yacimientos Petrolíferos Fiscales: “Hay que sumar las condiciones en la cuales se expropió YPF, le pagamos 10.000 millones a los españoles y ahora hay un fallo por otros 16 mil millones por la forma en la cual se llevó a cabo, más los costos de los abogados, nos terminó saliendo 27.000 millones en total”, recodó.
Y luego agregó: “Si el país hubiera mantenido políticas razonables como ocurre en la región, sin entrampar los precios en el corto plazo, sin este festival de subsidios que son un engaño a la sociedad. Nosotros estamos produciendo 650.000 barriles por día, podríamos estar en 1 millón de barriles. En gas contamos con 135 millones de metros cúbicos día, podríamos estar en 200 millones por día. ¿Cuánto significa esto en pérdida de negocios o divisas?”, se preguntó el abogado.
Que a modo de reflexión, manifestó: “El daño moral y cultural que ha causado todo eso la gente que se acostumbró a una energía con precios que no recuperaba sus costos económicos, se creía que era gratuita como un bien público, tanto la electricidad como el gas, que era un paga Dios, pero no, sale de nuestros bolsillos”, recordó.
Para finalizar se refirió a la negociación impulsada por el gobierno de Javier Milei: “Hubo una serie de deudas acumuladas de la gestión anterior, no sólo en la generadoras de energía, sino también con los productores de gas. El aporte para pagar es con subsidios y sale de los fondos públicos y el gobierno privilegió la necesidad de establecer prioridades con el equilibrio de las cuentas públicas, superávit fiscal, y en función de eso difirió pagos de estas obligaciones. Eso generó resquemores, obviamente que hay contratos que avalan estas deudas. Y se llegó a un acuerdo para pagar en bonos a cierto plazo estos pasivos gubernamentales, el gobierno podría incurrir en cierta deuda, son coletazos del populismo”, aclaró Montamat.
