Graciela vive en Barrio Supe. Tiene 66 años y es docente jubilada. Su marido de la misma edad es paciente oncológico, hipertenso y diabético. Ayer por la mañana concurrieron a la guardia covid del hospital provincial Granaderos a Caballo y denunciaron haber sido maltratados por un empleado del sector.
“Pasamos por el triage de calle Colón y mi marido también se anotó para atenderse porque tenía mucha tos. Cuando ingresamos al sector covid del hospital por calle Riccheri y nos anunciamos nuevamente, un empleado le cuestionó por qué habíamos ido a ese lugar. Estaba en ventanilla ayer a las 11 de la mañana. Ese empleado no tiene atribución de decirnos a quiénes van a atender y a quiénes no si ya habíamos pasado por el triage”, lamentó Graciela.
“Pasamos por el triage -reiteró- y fuimos a la guardia de covid enviados por un médico de la provincia. Tenemos la angustia de no haber recibido la vacuna a tiempo y de ser población de riesgo. Mi marido dio positivo de covid: es paciente oncológico, hipertenso y diabético. Recibimos el turno de la vacuna durante la semana que contrajimos la enfermedad”, manifestó la docente jubilada.
Graciela atiende un negocio de lencería junto a su hija. “El viernes la doctora que me atiende por Iapos me recomendó hacer un control de pulmones. Y la médica de guardia que me atendió en el hospital me pidió que vuelva en 48 horas. El lunes me recetaron antibióticos porque la fiebre no bajaba de 38.5. Me hisoparon el domingo pero aún no me dieron el resultado, mientras que a mi marido le confirmaron el lunes que había dado positivo”, describió.
También contó Graciela que “una mujer sin síntomas que estaba con una nena con fiebre también nos dijo que éramos unos irresponsables. ¡Si estábamos en una guardia de covid! ¿Qué hacía allí una niña de 10 años que podía haber tenido cualquier otra enfermedad?”, concluyó.