La gallina de los huevos de oro

El gran desafío para la dirigencia local de cara a 2021 y la industrialización de la soja

Un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario proyecta ingreso de divisas en más de u$s 35.000 millones, pero la industrialización no crecería y el mercado externo de subproductos volverá a restringirse

Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) proyectó para 2021 una caída de la cosecha total del 9% en relación a la campaña anterior, debido a la falta de precipitaciones.

Sin embargo, el dato positivo es que habrá un mayor ingreso de divisas, que podría llegar a los 35.900 millones de dólares, como consecuencia de la suba de los precios internacionales de los granos y oleaginosas. En otras palabras se traducirá en unos u$s 10.000 millones extras.

Para las arcas fiscales nacionales, y por que no también las municipales y comunales, la noticia es alentadora. Lo mismo para aquellos productores agiropecuarios que se decidan a vender sus cosechas y canjearlas por dólares y/o pesos.

Contrario a este panorama es lo que se aguarda a nivel fabril, es decir, que pasará con la producción de la harina y aceite de soja, verdadero motor económico-laboral de la región.

Si bien las estimaciones prevén una leve recuperación del volumen de crushing de soja respecto al año pasado, no sería lo suficiente para impulsar la participación del complejo sojero argentino en el comercio internacional que caería por segundo año consecutivo, a un nivel del 16%.

Repasando: menos generación de valor agregado – reducción de volúmenes de garbos y subproductos embarcados al exterior + incremento en los precios, con su consecuente incremento en la recaudación de divisas, gracias a las alzas de los commodities.

Ante tal situación, es importante que la dirigencia de la región, sea política, empresarial y/o sindical, analicen y estudien estas proyecciones para plantear sus pasos y proyectar un año sin sobresaltos.

Si bien todo indica que las fábricas seguiría sin recuperar la productividad de otros tiempos, pero nada hace indicar que pueda producirse un recorte en los puestos laborales.

Un aumento en los valores recaudados por la exportación de granos y subproductos anticipa para los municipios y comunas de la zona una mejora en sus recaudaciones tributarias en conceptos de DREI voluntario, una fórmula que viene aplicándose desde hace años y que tan buen resultado le está dando a intendentes y presidentes comunales.

El semáforo amarillo se enciende para la dirigencia sindical, que deberá esforzarse para entablar negociaciones en pos de mejoras salariales. Por lo menos estudiar y adecuar su discurso, ya que por un lado todo indica que los índices de productividad descenderán, aunque las recaudaciones serán mejores.

Los números, del trabajo de la BCR aportados por Emilce Terré, Federico Di Yenno y Tomás Rodríguez Zurro, son los siguientes:

-“Se vislumbra que el aumento en los precios de los principales productos agroindustriales que el país exporta más que compensa la caída productiva y logra que el ingreso de divisas de la cadena se ubique en un máximo histórico. Esto toma particular relevancia en un contexto en el que la inestabilidad macroeconómica ha sido signada por una crónica escasez de dólares”.

-El Estado recaudaría en concepto de retenciones unos 8.500 millones de dólares, una cifra que, de cumplirse la proyección, significaría un 42% de aumento en relación a la campaña 2019/2020 y el mayor ingreso a través de dicho impuesto desde el ciclo 2013/2014.

-A partir de que la soja y sus derivados son los productos que mayor tributan por retenciones, el Complejo Sojero volverá a ser el que más aporte a la recaudación nacional total, con una cifra por sobre los 7.000 millones de dólares.

-El rubro harina de soja registraría ingresos por más de 13.200 millones de dólares, un crecimiento de 4.050 millones de dólares, dado el incremento en los valores internacionales del producto. Y en cuanto al volumen despachado crecería 1%.

-El aceite de soja plantea un escenario de exportaciones por 5.120 millones de dólares, un 61% de aumento en relación al ciclo anterior, pero su volumen también sería mínimo en comparación a 2020.

-El biodiésel generarían ingresos por 880 millones de dólares.

-Las exportaciones del poroto de soja dejará un valor cercano a los 3.300 millones de dólares, unos 1.100 millones más que en 2020.

-Las exportaciones de trigo generarían ingresos por 2.570 millones de dólares, son unos 85 millones más de aumento.

-Las exportaciones de maíz aportarían divisas por 7.340 millones de dólares, un 42% de aumento en relación al ciclo anterior.