Editorial

El silencio y el statu quo una trampa mortal para los puertos del Cordón Industrial

Puerto de ACA San Lorenzo
Por Nicolás Carugatti

El Cordón Industrial de San Lorenzo, Timbúes y Puerto General San Martín concentra la mayor cantidad de puertos privados de Argentina. Complejos portuarios que que se fueron gestando desde hace más de 100 años con la llegada a la región de la empresa Molinos a San Lorenzo (hoy el puerto de ACA) y Bunge & Born a Puerto San Martín (hoy puerto de Bunge) eligieron la región por el calado natural de río Paraná y la proximidad con el corazón productivo de Santa Fe y Córdoba.

Estos puertos representan tal vez uno de los cluster económicos más federales de todo el país, situación que permitió que no se concentre todo el potencial de desarrollo en el puerto de Buenos Aires, esta lógica de federalismo me hace reflexionar y pensar que con este punto se explique el porque de la impronta de dirigentes que vienen surgiendo de las empresas agroexportadoras, una impronta marcada por silencio, el temor al error y la falta de empatía con la región.

Este proceso de nuevos dirigentes se comenzó a ver en la última década, ya no hay referentes con la impronta de Pablo Ferres o Alejandro Bonaudi, por nombrar dos gerentes del complejo, quienes dominaban las contiendas territoriales y trabajaban por planes de mediano y largo plazo. Nombres que eran conocidos en el mundo empresarial, hoy el círculo rojo del Cordón no puede nombrar de corrido a los gerentes de los 3 o 4 puertos más importantes del Cordón Industrial. Este cambio produce que los problemas territoriales del sector terminen siempre explotando en conflictos de largo alcance y con pérdidas millonarias para toda la región. Este gran primer quiebre fue el COPA, un acuerdo que doblegó y llevó a la quiebra a muchas pymes de la región.

En el Cordón Industrial todo es silencio y statu quo, los problemas se acumulan, los conflictos se tensan al extremo y todos esperamos que alguien mágicamente los resuelva. Como ya sabemos en Argentina la magia se perdió hace muchas décadas y hoy sólo queda arremangarse y dar la batalla.

Amigos del excel y defensores de los bonos de fin de año, es hora de bajar a la territorialidad y defender la historia portuaria. Los esperamos…hay mucho por hacer.

 

 

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