En la mira

Investigan a Bunge y Vicentín por el contrabando de granos

La maniobra consiste en sacar el cereal afuera del país, por las provincias del norte. Las pesquisas son estudiadas por juzgados y la UIF. Los operativos crecieron más 100% y son realizados por Afip, Aduana y Gendarmería

El secuestro de granos clandestino creció, en 2020, casi 50 por ciento respecto al año anterior.

No se trata de cereales y oleaginosas que ingresan al país, sino que salen. Y si bien los destinos “tradicionales” siempre han sido Paraguay y Brasil, ahora también se suma Bolivia.

Por ello Salta lidera el ranking de decomisos, aunque el incremento de decomisos fue sostenida en varias provincias.

En lo que va de este año, la cifra asciende a 357 toneladas de granos secuestrados en esa provincia. Como referencia, en el 2020 se secuestraron, en todo el país, 3.500 toneladas.

“Los camioneros llegan sin cartas de porte (una documentación sobre la mercancía y datos del traslado) o con cartas de porte fraguadas o robadas. Estamos a la cabeza de las cifras, pero porque decidimos abordarlo desde hace un tiempo. Acá trabajamos juntos Aduana, Afip y Gendarmería. Estamos atentos a los camiones que se acercan a la frontera. Pero no nos quedamos con las detenciones de los camioneros. Estamos tratando de ver qué organizaciones están detrás, que no tienen otra finalidad que la evasión”, explica a el DiarioAR, el fiscal general de Salta Eduardo Villalba.

En paralelo a estos operativos que aumentan, en Comodoro Py, en Córdoba, Santa Fe y Misiones, entre juzgados federales y del fuero penal económico, se investigan denuncias por contrabando, subfacturación y delitos aduaneros contra las principales empresas agroexportadoras.

Las hipótesis de los investigadores presumen que quienes intentan pasar los granos en camiones hacen base en lugares alejados de las ciudades, pero a no más de 20 kilómetros de las fronteras. Que las cargas llegan de origen y quedan unos días en un lugar sin vigilancia y cercano. Y cuando ven la ruta despejada intentan pasar por los distintos pasos desde una distancia breve.

La Unidad de Información Financiera (UIF), como parte de la investigación de delitos complejos relacionados con la evasión y contrabando, le apuntó a las cerealeras que operan en la región.

La zona de la Triple Frontera es un sitio donde operan, desde hace décadas, delincuentes dedicados al narcotráfico, trata, tráfico de armas y todo tipo de contrabando, a lo que ahora se agrega el de granos. Y tal lo dicho, Bolvia se sumó como otro destino de importancia.

El organismo nacional se constituyó como querellante en una causa donde se investiga el tráfico de cereales y oleaginosas, principalmente soja, en El Soberbio, Paraje El Progreso, Colonia Alicia, Colonia Aurora y Santa Rita, todas localidades misioneras que limitan con Brasil.

La UIF también se presentó como querellante en dos causas contra los grupos Bunge Argentina y Vicentin.

Al primero se le investiga por delitos aduaneros en base a declaraciones juradas de exportación falseadas y por contrabando. La causa se instruye por “probable existencia de conductas de fraude contra la administración pública, la posible comisión del delito de evasión agravada y el potencial lavado de activos”.

En la acción contra Vicentin, el juez Julián Ercolini mandó al juzgado federal de Reconquista, Santa Fe, la parte de la investigación por el contrabando de granos hacia Paraguay, por evasión y por el vaciamiento de la empresa.

Fuente: El Ciudadano