Un concejal detrás

El Movimiento Evita y una práctica fascista contra un senador sanlorencino

Luego de más de 10 años de silencio y justificaciones insólitas, los movimientos kirchneristas salen ahora a pedir por el Impuesto a las Ganancias. Los aceiteros pasaron una navidad en los portones de las fábricas en el gobierno de Alberto Fernández, intentando que quiten el tributo del sueldo de los trabajadores.

El país vive entre el relato y la realidad.

Movimientos del Peronismo que se muestran desde el relato como fuerzas combativas contra los poderes fascistas, tienen actitudes propias de lo más rancio de las dictaduras. Entre los ejemplos modernos más representativos está la caída del gobierno de De La Rua, que costó más de 20 vidas en protestas y saqueos que tuvieron un origen en el conurbano bonaerense y se puede agregar el atentado contra el congreso de la nación, cuando los diputados se prestaban a votar la Ley de Movilidad Jubilatoria en el gobierno de Maurio Macri.

La ciudad de San Lorenzo amaneció hoy con carteles amenazantes contra el senador nacional Eduardo Galaretto, los pasacalles están firmados por el “Movimiento Evita” que en la ciudad tiene la franquicia la familia Cerdera. Casualmente, Martín Cerdera es concejal de la ciudad de San Lorenzo y fue quien con su silencio cómplice permitió que el gobierno del matrimonio Kirchner, como el de Alberto Fernández, generen pérdidas incalculables con la implementación del Impuesto a las Ganancias a los trabajadores, dinero que nunca pudo circular por los comercios de la región para terminar en el tesoro nacional. El padre del concejal es Antonio Cerdera, quien fue funcionario del directorio de los astilleros Tandanor, puesto que consiguió por su cercanía con Agustín Rossi.

El Peronismo vuelve a dar muestras de tener dentro de sus filas dirigentes fascistas, que son capaces de hacer escraches sin miramientos para acumular algo de poder y dinero.

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