Violencia extrema

Por miedo, ya son 150 los partes de enfermo de los choferes de colectivos

Las licencias médicas han aumentado por el temor que tienen los trabajadores del transporte urbano con motivo de los últimos episodios con varios colectiveros asesinados, sumado a una nota amenazante que paralizó hoy el servicio de la mañana

La ciudad transita un mes muy complicado con los asesinatos de cuatro personas inocentes por parte de sicarios contratados por las bandas criminales dedicadas al narcotráfico. En respuesta a lo que está sucediendo con los presos de alto perfil en las cárceles por la política de endurecimiento de la actual gestión provincial encabezada por el gobernador Maximiliano Pullaro. Que les ha quitado todo los privilegios que consiguieron con el mandatario anterior.

Y en la mira están los trabajadores de los servicios públicos, como los taxistas y los choferes de colectivos que se sufrieron la muerte de varios compañeros. En el caso del transporte urbano de colectivos, se conoció el importante aumento de solicitudes de licencias médicas que rondaría los 150 partes de enfermo, demostrando el miedo reinante entre los hombres del volante ante la extrema situación de violencia que vive Rosario

Para colmo hoy por la mañana se sumó una nueva amenaza mediante una nota encontrada en un colectivo de la MOVI en la puerta del galpón. Por tal motivo los delegados definieron replegar el servicio. A raíz de lo sucedido, se generaron una serie de reuniones y cerca del mediodía en la sede local de Gobierno hubo un cónclave con los representantes de la UTA y el el Jefe de la Unidad Regional II, Daniel Acosta, para diagramar los pasos a seguir. El servicio se reanudará por la tarde.

Entre los asesinados se encuentra el chofer de la línea K, Marco Daloia de 38 años, que fue baleado el pasado jueves 7 por la tarde en la zona oeste de la ciudad y tras ser operado de urgencia, murió 72 horas después en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Y el año pasado, más precisamente el 2 de diciembre, también había perdido la vida César Roldán de 43 años al recibir varios impactos de balas mientras conducía la unidad de la línea 116.

Aunque hay que aclarar que ese episodio estuvo relacionado con un ajuste de cuentas entre diferentes sectores delictivos que peleaban por la disputa del territorio para el negocio de la venta ilegal de estupefacientes.