El Banco Central de la República Argentina dispuso que los importadores de bienes suntuarios y de un conjunto específico de bienes finales deberán obtener financiamiento antes de acceder a los dólares a precio oficial para cancelar los pagos.
La medida, según detalló la autoridad monetaria, alcanzará a “productos suntuarios como automóviles y motos de alta gama; jets privados con valor superior al millón de dólares; embarcaciones de uso recreativo; perlas, diamantes y otras piedras preciosas; y bebidas como champagne, whisky, licores y demás espirituosas con un precio superior a 50 dólares el litro”.
“El problema es que, si cada vez cuesta más traer ciertos productos, baja la oferta y sube la demanda, es decir que el que termina perdiendo es el consumidor porque mucha gente se aprovecha. Vos entrás ahora a Mercado Libre y el mismo whisky tiene diferencias que llegan al 100%. Lo que hace esta disposición es agudizar un problema que ya estaba vigente”, indicó Tomás Moore, quien se dedica a vender whiskies y una gran variedad de espirituosas a través de su sitio web, Whiskypedia.
Moore destacó que si uno hace cuentas apresuradas y le suma a esa botella que al importador le sale u$s 50, el recargo de distribuidoras y comercios, se trata de bebidas que hoy en día se ubican para el comprador final entre los $15 mil y los $20 mil la botella. Entre estas se pueden encontrar marcas de champagne como Don Perignon, Pommery, ciertos tipos de Moet Chandon y algunas clases de whiskyes de la marca Johnnie Walker o el Chivas Royal Salute.
“En los viajes las personas aprovechaban para comprar en los free shops de los aeropuertos porque les era más barato, pero hoy es más caro. Si el que tiene dólares lo cambia en una cueva a pesos ahorra más pagando esa bebida acá, que si va con los mismos dólares afuera. Un Don Perignon que siempre costó u$s 200 en un freeshop hoy acá si hacés el cambio está a u$s 160, un Black Label es una bebida que ronda los $3 mil, es decir u$s 20, pero afuera está más”, agregó.