Mandan las mafias

Rosario: detalles de un atentado que provocó dramatismo con chicos que entraban a clases

El padre baleado en la puerta del colegio Medalla Milagrosa en la zona norte de Rosario, sufrió dos heridas por arma de fuego en el rostro. Alumnos en estado de shock, corridas, desesperación y un patrullero que demoró 27 minutos en llegar.

Conmoción y desesperación produjo el ataque a tiros contra un padre que llevaba a su hijo al colegio Nuestra Señora de La Medalla Milagrosa. “Aunque hubo alumnos en estado de shock, lo primero que hicimos fue notificarle a los familiares que los chicos estaban en buen estado de salud”, expresó Luis García, director del establecimiento educativo.

Los padres que llevaban a sus hijos al colegio también ofrecieron su testimonio de lo sucedido. “Escuchamos cuatro disparos y una moto que salió en contramano con tres ocupantes. Cuando me acerco al colegio veo una mochila tirada y una camioneta que también sale en contramano, yendo en dirección al Hospital Alberdi”, contó uno de ellos.

“Los chicos corrían porque era horario de ingreso a la escuela. Fue una situación dramática. Y lo más grave de todo fue que pasaron 27 minutos y ustedes (por los periodistas) llegaron antes que la Policía. Es indignante más allá del hecho”, cuestionó el padre entrevistado.

Según el testigo, “el hombre llevaba a su hijo a la Medalla Milagrosa y a otro chico a la Escuela Carrasco. Con una mamá vimos la mochila tirada con un nombre y apellido. Era el horario pico de ingreso de chicos de la secundaria”, advirtió.

En tanto, el director del colegio aventuró que se trató de un robo al azar. “Por los testimonios del personal que ya estaba en el lugar, da la sensación de que fue al voleo. Vieron la chata, se tentaron y se acercaron. No parece que haya sido planificado”.

“Lo curioso era que fueron tres personas en una bicicleta. El único herido fue el padre. Una de las balas le rozó el rostro. Hay personal de la escuela acompañando a la familia en el Hospital Alberdi”, añadió el director Luis García.

El padre baleado acudió de inmediato al Hospital Alberdi. “El hombre ingresó con dos heridas por arma de fuego en el rostro, sin compromiso neurológico, lúcido y consciente. Se les hicieron las curaciones y se lo derivo a otro efector adecuado para trararse esas heridas. El hijo quedó al cuidado del personal administrativo”, indicó Inés Gaona, directora del efector.