El río Paraná registró ayer una altura de 4,49 metros, lo que significa que en medio metro más entraría en la etapa de alerta. Según los registros de la Prefectura Naval Argentina, en diez días subió casi veinte centímetros y se prevé que esta tendencia continúe. Desde los organismos oficiales se espera que el 12 de diciembre la altura trepe a 4,87 metros, siendo este el pico máximo que se alcanzará en este 2023. Esta altura sería el pico máximo. Si en un pasado no tan lejano la escasez de agua y la disminución de la altura del Paraná fueron un factor que preocupaba a las autoridades, aquel escenario se revirtió y hoy el foco está puesto en los peligros que conlleva el aumento persistente del caudal del río.
Prefectura de Rosario y Defensa Civil de Rosario y Granadero Baigorria ya se encuentran en conversaciones por si se llegara a necesitar coordinar una acción en conjunto. A partir de los 5 metros se considera «estado de alerta» y, si este número trepa a 5,50, ya empezarían los planes de evacuación.
Las islas del río Paraná no solo constituyen un espacio de disfrute de miles de rosarinos y rosarinas sino que son el medio donde viven cientos de isleños, quienes serían los mayores perjudicados con esta crecida. Las instituciones están realizando un monitoreo constante y poder llevar adelante -en caso de que sea necesaria- una evacuación exitosa.
