Sin industrialización

Un ejecutivo de Viterra dio el peor pronóstico para el Cordón Industrial

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En el marco de una conferencia de AcSoja Francisco García Mansilla aseguró “no dan los números para que la Argentina siga moliendo soja en la segunda parte del año”

Los valores actuales hacen inviable la molienda de soja por parte de la industria oleaginosa argentina en el segundo semestre de este año, lo que anticipa –en caso de no haber ningún cambio– un panorama por demás complejo para el sector que genera la mayor cantidad de divisas de la economía.

“La estructura de precios actual nos deja completamente fuera la cancha cuando consideramos los valores de la soja en el mercado de futuros: definitivamente no se puede moler y ganar plata al mismo tiempo”, aseguró Francisco García Mansilla, responsable de originación de Viterra Argentina, durante una charla en línea organizada por AcSoja.

El margen bruto de molienda de soja, según datos propios de Viterra, fue en promedio para el mes de junio de 19 u$s/tonelada entre 2013 y 2022, mientras este año representa una pérdida del orden de 44 u$s/tonelada. La cuestión es que el proyectado de esa pérdida –con los precios actuales futuros de la soja Rosario– se incrementa mes tres mes.

Vale recordar que el margen bruto comprende solamente el ingreso menos el costo de originación sin considerar gastos fijos y variables de cada empresa. Parte de las pérdidas –en tanto– se pueden llegar a compensar por medio de ingeniería comercial (“hedging”) y financiera.

En abril pasado, con la introducción del “dólar soja 3”, la industria aceitera recuperó parte de la competitividad relativa. Pero desde entonces la escasa disponibilidad de mercadería –producto de un desastre climático– junto con las distorsiones promovidas por el gobierno tornan inviable a la operación.

“Hay un montón de incertidumbre al respecto, más que nada teniendo en cuenta que estamos en un período electoral; pero lo que nos dicen los números es que no dan para que la Argentina siga moliendo soja en la segunda parte del año”, apuntó el trader.

García Mansilla indicó que el problema presente en la industria no debería ser entendido como una cuestión propia de un sector, sino como un dilema que afecta a toda la cadena agroindustrial.

“Es raro que sigamos teniendo una concepción de compartimientos estancos en una situación en la cual un mercado es un flujo”, indicó en referencia a la dinámica comercial integrada por productores, acopios, corredores de granos, cooperativas y fábricas aceiteras.

 

Fuente: Bicho de Campo

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