Hay trasfondo en el reclamo

Vecinos de la región denuncian que colectivos de Rosario Bus no paran por la mañana a los estudiantes

En el cordón industrial la queja de los vecinos es por la larga espera de los estudiantes. Los choferes deben quedarse en la punta de línea con el motor apagado para ahorrar combustible.

En medio de la discusión por lo que sería una nueva suba del boleto en Rosario, usuarios y choferes de la línea Rosario Bus denunciaron que la única firma privada quita unidades de la calle entre las 9 y las 11.30 de la mañana los días hábiles para recortar costos. Los pasajeros acusan que las esperas durante ese período, en el que mucha gente utiliza el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) para movilizarse, mayormente los estudiantes de la zona de San Lorenzo que padecen la ausencias de hasta uno y dos coches seguidos que deberían pasar según la grilla. Calculan que son unas 50 unidades las que no circulan más de lunes a viernes en ese horario.

Según trascendido, conductores que no quisieron revelar su identidad ni la línea en la que trabajan por temor a represalias, indicaron que la firma privada les ordena tomar esas dos horas y media de “descanso” durante su turno, durante las cuales deben permanecer en la punta de línea con los motores apagados para ahorrar combustible y no desgastar la unidad. Por eso, en el horario mencionado las frecuencias se resienten fuertemente, y colectivos de muchas líneas espacian el paso por las esquinas, en una determinación que no contaría con el aval del municipio.

No hay control de las siguientes líneas
Las líneas comprometidas con estas prácticas son, al menos, la 122, 110, 142, 103, 146, 140 y 138/39, pero podrían ser más. “Envían los horarios de los servicios con la orden de no mover el coche durante esas dos horas y media. Nadie controla nada”, manifestó un chofer, que conoce la situación por algunos compañeros pero a quien no le ha tocado prestar personalmente esos servicios. “Soy de los que queda dando vueltas cargados hasta la médula”, se quejó.

Esta situación se relaciona con lo que vienen contando los vecinos afectados, quienes dicen que comenzaron a ver inusuales concentraciones de coches en las puntas de línea cercanas a sus domicilios. Así sucede, por ejemplo, con la 122 en parque Sur. Otro lugar con muchos coches detenidos es en la punta de línea sur de la 110, en barrio Toba. El cementerio de Villa Gobernador Gálvez, donde comparten punta de línea la 142 y la 103, a las 10 es un amontonamiento de coches parados con los carteles apagados. En la mini terminal Barrio Rucci, donde terminan sus recorridos la 142 y 103, sucede lo mismo.

Circula por escrito
La artimaña queda cristalizada en las grillas que reciben los conductores, que muestran algunos puntuales en los que el colectivo llega a una punta de línea aproximadamente a las 9, y vuelve a salir cerca de las 11.30. Según el documento al que accedió La Capital, correspondiente a la línea 133/145, los servicios 500-501-502-503 tienen huecos de dos horas y media en las que el vehículo no circula, no gasta combustible, ni genera desgaste de la unidad, pero las personas esperan más en las paradas, muchas veces para ir a trabajar, a estudiar, a hacer trámites, compras o al médico.

En tanto, hay otros servicios que actúan como refuerzos (5000-5001-5002). Demoran 20 minutos para llegar del galpón a la punta de línea, y luego dan una vuelta completa del recorrido. Después, el coche se guarda. Según cuentan los conductores, antes esos servicios eran normales. Las unidades estaban entre 8 y 16 circulando, con uno o dos choferes manejando. Ahora solo son refuerzos, y salen únicamente en las horas pico.

Este es el caso de una sola línea, pero si bien esto no pasa en todas las de Rosario Bus, los testimonios indican que sí se hace en la mayoría. Son aproximadamente 50 unidades que no circulan de 9 a 11.30 de lunes a viernes, y resienten fuertemente el servicio en un horario matutino, donde la ciudad está en plena actividad, en medio del ciclo escolar o invernal, tomada como temporada alta del transporte. Además, esta merma no ha sido notificada a los pasajeros, que esperan en vano coches que las aplicaciones marcan según la grilla pero jamás van a pasar.

El nuevo aumento en puerta
Ante esto, ya se siente un nuevo aumento del boleto. La semana pasada, el intendente Pablo Javkin abrió las puertas a un reajuste tarifario a partir de junio, producto de los constantes incrementos del gasoil. “Desde el último aumento, hubo tres subas de combustible. Los costos están ahí, y veremos cómo acordamos un nuevo esquema a partir de junio”, afirmó el intendente de Rosario, durante la comunicación con los medios, y recalcó: “Si aumenta la nafta, el sistema es más caro”.

En la ciudad de Santa Fe, el Ejecutivo ya tiene en carpeta una suba pedida por los empresarios de 700 a 950 pesos. Córdoba confirmó que no tiene previsto subir los 700 pesos el viaje. Por su parte, el próximo miércoles el Ente de la Movilidad analizará en reunión de directorio el nuevo estudio de costos, que se estima estará por encima de los 1.343 pesos que arrojó en febrero pasado.

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