El incidente ocurrió durante la madrugada del domingo en un departamento ubicado en el tercer piso de un edificio deSarmiento y San Martín, en pleno centro de Rosario. El héroe de la jornada fue Rumi, el gato de la dueña de casa.
Mientras la mujer dormía, su gato reaccionó de manera inusual abalanzándose sobre ella y maullando intensamente. La dueña, desconcertada por el comportamiento de su mascota, encendió la luz y descubrió la presencia de un hombre en el living de su hogar.
“Rumi se subió de golpe a la cama, asustado y alerta, mirando afuera de la habitación como si viera algo. Le hablé para que se calme y al ver que seguía así me levanté y prendí la luz del pasillo saliendo de la habitación para ver qué pasaba. Fue ahí cuando vi una sombra a través de la cortina de la ventana balcón”, relató la dueña en diálogo con SL24.
El intruso, que había accedido al departamento trepando por el balcón en el tercer piso, se vio sorprendido por la repentina interrupción. En un rápido intento de escape, tomó un teléfono celular de arriba de la mesa del living y se precipitó por el mismo balcón por el que había ingresado.
La rápida reacción del gato no solo alertó a la dueña, sino que también frustró el robo, dejando al delincuente sin oportunidad de concretar su intento. Las mascotas, una vez más, demuestran su papel vital no solo como compañía sino como guardianes inesperados en situaciones de peligro.
