El agro argentino cerró 2025 con números que reconfiguran el mapa de los grandes jugadores del comercio exterior. Según los registros oficiales de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) informados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, los compromisos de exportación de granos y subproductos alcanzaron las 105,5 millones de toneladas, lo que representa un incremento interanual del 53,2% respecto de 2024.
Ese volumen ubica a 2025 como el tercer año con mayor nivel de exportaciones agroindustriales de la última década, solo por detrás de 2019 y 2021, y confirma una fuerte reactivación del complejo exportador tras un ciclo previo condicionado por factores climáticos y macroeconómicos.
En ese contexto, Cargill volvió a posicionarse como la principal agroexportadora del país por segundo año consecutivo. La compañía registró 17,3 millones de toneladas exportadas, con un crecimiento interanual del 81,5%, el mayor volumen de su historia reciente desde 2019. Su participación en el comercio exterior del agro argentino escaló del 14% al 16%, alcanzando el nivel más alto de la última década.
El segundo lugar del ranking quedó en manos de Viterra, mientras que el tercer escalón lo ocupó COFCO, consolidando un podio que refleja la fuerte presencia de los grandes traders internacionales en el negocio exportador argentino.
El año estuvo claramente dominado por el complejo soja, que concentró el 49% del total de toneladas declaradas, con 51,6 millones de toneladas, el segundo mayor volumen de la década para este cultivo. Dentro de ese total, los subproductos de soja explicaron el 59% de las registraciones, seguidos por el poroto (27%) y el aceite (14%). En este complejo, Cargill lideró con 9,3 millones de toneladas, seguida por Viterra con 7,6 millones y Louis Dreyfus Company con 6,1 millones.
El complejo maíz se ubicó como el segundo en importancia, con 29,7 millones de toneladas, equivalentes al 28,2% del total declarado. En este segmento, el liderazgo también fue para Cargill, con 5,7 millones de toneladas, seguida por ADM Agro con 4,1 millones y COFCO con 4 millones, configurando un podio que se repite en varios de los principales cultivos.
El trigo mostró una recuperación significativa. Con 14,8 millones de toneladas declaradas, más que duplicó las registraciones del año anterior y se consolidó como el segundo mayor volumen de los últimos cinco años. El 97% correspondió a trigo pan y el 3% a harina. En este complejo, Cargill volvió a encabezar el ranking con 2,27 millones de toneladas, seguida muy de cerca por ADM Agro con 2,26 millones y LDC con 2,1 millones.
En los complejos de menor volumen, 2025 también dejó señales relevantes. La cebada alcanzó 4,4 millones de toneladas, el mayor nivel de los últimos cinco años, con un crecimiento interanual del 39%. Aquí el liderazgo fue para Cervecería y Maltería Quilmes, seguida por Alea y Cía y la Asociación de Cooperativas Argentinas.
El girasol fue uno de los grandes protagonistas del año. Con 3,4 millones de toneladas declaradas, alcanzó el mayor volumen de la última década y un crecimiento interanual del 96%. Viterra lideró el ranking con 1,2 millones de toneladas, seguida por COFCO y la Unión Agrícola de Avellaneda.
El sorgo, por su parte, totalizó 1,6 millones de toneladas, con un aumento interanual del 85%. En este complejo, el liderazgo quedó en manos de la Asociación de Cooperativas Argentinas, seguida por COFCO y Unión Agrícola de Avellaneda.
Más allá del desempeño por empresa y cultivo, el análisis del año revela un factor clave: la concentración temporal de las ventas externas. De las 105,5 millones de toneladas declaradas en 2025, el 44% se registró únicamente en junio y septiembre, meses en los que las DJVE alcanzaron niveles excepcionalmente altos, impulsadas por los anuncios de reducción temporal de los Derechos de Exportación.
En particular, junio y septiembre registraron volúmenes 3,8 y 2,9 veces superiores a sus promedios históricos, generando un quiebre del patrón estacional tradicional del comercio exterior agroindustrial. En contraposición, entre julio y diciembre —con excepción de septiembre— las toneladas declaradas se ubicaron en promedio un 49% por debajo del promedio de los últimos cinco años.
La mejora de las condiciones climáticas, junto con la recomposición de incentivos económicos y regulatorios, fue determinante para este salto exportador. Sin embargo, los datos también reflejan un adelantamiento de decisiones comerciales frente a esquemas transitorios, lo que vuelve a poner en debate la necesidad de reglas estables para sostener el flujo exportador a lo largo del año.
En ese marco, 2025 dejó una foto clara: el agro volvió a empujar con fuerza el comercio exterior argentino, con un podio dominado por Cargill, Viterra y COFCO, y con un volumen que confirma la centralidad estratégica del complejo agroindustrial en la economía nacional.
